Hoy nos vi.
A ti y a mí.
Cada uno en su inmensidad.
Cada quien en su propia pequeñez.
Hoy vi tus ojos y más que ver sólo mi reflejo,
Vi tus mares, tus cielos, tus infiernos.
Es más, pudiera decir que pareciera,
que apenas recién ahora es que te conociera.
Tú no, no hiciste nada en especial.
Sólo fue que hoy me dejé llevar.
Y comprendí por qué no me pudiste amar
ni un poquito mejor, ni un despertar más.
Comprendí lo perfecto que todo fue.
Nos vi, dejando de ser quienes éramos
en aquel tiempo en que nos necesitábamos.
Te vi tomando las llaves en tu mano.
Y cerrar la puerta tras de ti.
Me vi.
Y juntando los pedacitos de mí
y de mis sueños rotos en un paliacate,
es que felizmente entiendo el mensaje.
Hoy sé que no he hecho “algo mal”.
Sino que lo único que hice fue ser más yo.
Pero tomaste tu distancia y me dolió.
Y yo que soy de las que no se rinde.
Traté y traté de retenerte.
Tratando de conservar vivo
un “nos” que estaba más que muerto.
Pero ahora veo todo diferente.
Y te dejo, y te suelto.
Y de ser el caso, nos perdono.
Porque seguir soñando con lo que ya no es
y mendigando, o tolerando la poca reciprocidad,
simplemente ya no va.
Entonces me siento aquí en el piso
en medio de mis pedacitos rotos.
Y mientras con cariño los observo
con profundo amor, de necesitarte me libero.
Y sé que aunque mi mente tiende un poco a regresar,
la experiencia me dice que eso también ha de pasar.
Así que aquí estoy de nuevo,
Una mujer frente al espejo.
Martha Constanza García
18 de agosto.
©copyright
Todos los derechos reservados.
Es posible compartir este texto respetando la autoría.
www.facebook.com/empoderamientoconempatia
Imagen: Pixabay
Me gusta la autenticidad con que las emociones se observan, sopesan y valoran. Es como dar los primeros pasos en el autoconocimiento…
Me gustaMe gusta
Muchas gracias! Justo de eso se trata, de exponer/expresar lo que hay, lo que observo y sentipienso. Un abrazo!
Me gustaMe gusta