¿Apagar o disminuir tu Luz para no molestar, para no encandilar?
¿Para que el otro no se sienta confrontado con su propia obscuridad?
¿Crees que eso es Amor?
Sí, eso piensas, eso haces. Vas en piloto automático.
No te has dado cuenta de lo equivocado que estás.
No te guía el amor, te guía el miedo.
No te detiene el verdadero sentido común,
sino tu propia ceguera, ésa que confundes con virtud.
Eres tú quien no ve en el otro todo lo que en realidad es:
energía única, posibilidad, oportunidad, poder…
¿O es que esta actitud es más bien una fachada
con la que te cuentas a ti mismo que lo haces por tu prójimo
siendo que en realidad es que te da miedo tu brillo?
Tal vez de pequeño alguien cercano te dijo:
“no seas egocéntrico”, “no seas vanidoso”.
Pero ¿por qué o para qué crees que te lo han dicho?
Hoy ya no eres un niño, hazte cargo de tu luz.
Haz lo que tengas que hacer para estar mejor
y que desde la integridad sea el corazón tu motor.
Martha Constanza García
10 de febrero de 2017
©copyright
Derechos Reservados